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domingo, 21 de agosto de 2011

No es que ahora pase algo, sino que, ahora me doy cuenta.

¿Y sabes qué me propongo ahora? La felicidad. Mi objetivo principal. No volver a derramar una sola lágrima por cualquiera que me desilusione. ¿Y sabes qué también? Que será para siempre. Que no pienso volver a dejar que se me tiña el corazón de negro, que se me rompa, o que se me engarrote. Libre, libre que soy, para volver a empezar. Pero hay una cosa que tengo clara, no olvidaré nada de lo que me ha pasado, tanto si me ha hecho sentir bien como si mal.. En vez de olvidar, superar. No me arrepiento de nada de lo que ha transcurrido en estos tiempos tan cambiantes. Me han dado experiencia, y más valor para enfrentarme a todo lo de ahora en adelante. Todo queda superado. Miro hacia delante, y no vuelvo la vista atrás. Porque a partir de ahora, no volveré a mirar a la vida de reojo, a lamentarme de lo injusta que es.. y a derramar lágrimas. Miraré de frente, y no con desprecio, sino con desafío. Porque no vale la pena, sinceramente lo que sí vale la pena es ser feliz joder! Que se disfruta mucho más. Y a cualquier contratiempo, mirar de frente y: Fuck you!




domingo, 7 de agosto de 2011

Sólo queda un vacío.

No hay nada, como echar de menos a alguien, para estar vacío.
Vacío de aquellos sentimientos, que un día, llenaron tu corazón.
Echar de menos los momentos, las sensaciones, que piensas que no volverán a recorrer tu cuerpo. Y aún llorar, porque antes, al ver la misma imagen, te sentías llena, plena, y feliz a rebosar. Y ahora, lo que sientes es soledad y vacío. Un vacío, de él.




jueves, 4 de agosto de 2011

No es tan fácil.

No me sorprendería que un día me diera un colapso cerebral... Tantas cosas en mi cabeza, y de más de la mitad me tengo que olvidar. Se pueden recordar los buenos momentos, no hay nada malo en ello, pero no se puede pretender vivir eternamente de los recuerdos. Sobre todo si esos recuerdos, ya no tienen nada que ver con la realidad. Hay que empezar a superarla, asimilar que la gente cambia, aún tú siendo el mismo. ¿Cuesta? Más de lo que parece... Dos claves: Superar y olvidar, por ese orden. Problema: que superar ya cuesta, pero olvidar... quizás porque resulta demasiado doloroso, tal vez porque no quiero, o incluso porque hay algo de lo que me estoy olvidando. Que los sentimientos no se borran, ojalá. Y mientras siga ahí latente esa locura, esa tontería, esa demencia, también llamada amor, no voy a poder olvidar, lo mucho que te quise, que te quiero, que te querré.