Era aquella libertad.

La que ansiaba hacía tiempo. Porque ya no había motivos para atarme a nadie... Ya habían acabado todas aquellas posibilidades por las cuales hubiese querido pertenecer a alguien. 

Aquel chico que luego resultó ser un desconocido, que creó un mundo para mí, basado en una mentira.

El otro, que logró hacerme sentir cosas que no creí nunca haber sentido. Que desbancó al anterior.Resultó ser lo que se dice un "amor imposible". 

Y el protagonista de sólo un par de momentos, cortos pero plenos. Que provocaron que para siempre le recordara. Las circunstancias, el pasado, y la distancia... Me separaron de él.

Y entre otros tantos jaleos, que carecen de suficiente importancia, como para incluirlos en "enamorarse"... Tomé aquella decisión. Renuncié a esperar a cualquiera de los dos últimos. No me quedaba nada excepto la libertad... Libertad de sentimientos, que hacía tiempo que no saboreaba.

Un beso lo cambió todo. Y ahora, he vuelto a no ser libre. 

Aunque mi corazón, sigue sin pertenecer a nadie.